Desde hace más de medio siglo comenzó a difundirse en el mundo la conciencia de la limitación de recursos disponibles para el desarrollo y de la necesidad de hacer un uso más racional de los mismos.
En referencia al los recursos hídricos, el continente Americano con sólo el
12 % de la población mundial posee el
47 % de los recursos hídricos de todo el planeta, tanto a nivel de superficie como subterránea.
Argentina dispone de
22.000 metros cúbicos de agua por habitante al año, pero mal distribuida: dos tercios de su territorio es árido o semiárido. La venta del agua dulce de los ríos del país, es una realidad, empresas internacionales
www.makhena.com venden por internet el agua de los ríos argentinos. Se llevan el agua del litoral del país en el lastre de los barcos y luego la potabilizan. Las cantidades varían entre
60.000 y
70.000 toneladas por envío.
La comercialización del agua, es un negocio rentable. La venden al otro lado del Atlántico sin restricciones de la estructura jurídica nacional o provincial.
Las cinco provincias de la Patagonia abarcan una extensión de 17,6 millones de km² del territorio nacional. La compra de tierra, en nuestra Patagonia, es sin duda el apoderamiento de las fuentes de Aguas en forma encubierta.
Se trata de la compra extranjera de extensas hectáreas de tierra, que rodean algún lago o curso de agua, de esta manera se están apoderando, no solo de los territorios, sino también del agua, ya que argumentando el caso “
propiedad privada”, restringen el acceso a los lagos y ríos, adueñándose del agua, a la que envasan y venden a Europa.
Según el art. 40 de nuestra
Constitución Nacional: “
… Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias….”
Pero podemos apreciar, en relación a la venta de agua que no existe ningún instrumento jurídico en
Argentina, que regule el “
tráfico clandestino de agua dulce”, lo hacen impunemente a la vista de todo el mundo.
Fuente: diariobolson/bolsonweb